Rescate de Julen: Así son los rescatistras Asturianos que intentaran rescatar al niño.

Caracas 24 de Enero.- La Brigada Central de Salvamento Minero, cuya sede se encuentra desde sus inicios en 1912 en los aledaños del pozo Fondón, siempre está preparada para salir al rescate. En la mañana de este martes, sus integrantes dejaban a un lado los entrenamientos que realizan a diario y se ponían en marcha ante la «urgente» llamada para que prestaran su ayuda, conocimiento y experiencia en el rescate del pequeño Julen en Totalán.

De inmediato, un equipo compuesto por ocho personas entre ingenieros y brigadistas, todos con gran preparación y práctica, disponían el material que pueden necesitar en esta misión y salían rumbo al aeropuerto de Asturias. Allí un avión militar los recogió para llevarlos a Málaga, donde han aterrizado esta misma tarde.

Poco ha trascendido hasta el momento de cuál va a ser su labor una vez lleguen a Totalán, aunque algunas fuentes apuntan que participarán en la construcción final del túnel que se ha empezado a excavar en horizontal para llegar hasta donde se encuentra el pequeño de dos años.

Desde Hunosa sólo han precisado que los ocho brigadistas que se han trasladado «van a ponerse a disposición de los responsables que están allí al frente del operativo» para ayudar y prestar la máxima colaboración en el rescate de Julen después de que este martes la ministra de Defensa, Margarita Robles, llamara al presidente de Hunosa, Gregorio Rabanal, pidiendo la asistencia de la Brigada de Salvamento Minero en este caso.

El grupo que se ha desplazado a Málaga para colaborar en el rescate lo ha hecho con el equipamiento con el que trabajan cada día y al que están habituados. Así, según ha podido saber La Voz de Asturias, se han llevado equipos de intervención para atmósferas peligrosas o con falta de oxígeno, medios de fortuna y otros materiales que les pueden ayudar en la labores que se les encomienden en Totalán.

Para esta misión han sido ocho los especialistas mineros trasladados, pero la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias está formada por trece miembros, todos con experiencia, el que menos, lleva tres años en el equipo. Cada uno de ellos realiza entrenamiento diario en las instalaciones que tienen en los aledaños del pozo Fondón, instalaciones en las que tienen habilitadas galerías para la realización de prácticas de extinción de incendios, orientación y localización de víctimas en condiciones de baja visibilidad; circuitos de prácticas en espacios confinados con equipo autónomo de protección respiratoria; zona de prácticas para apuntalamientos en hundimientos y terrenos colapsados, además de salas de equipos de protección respiratoria y de simulación de autorescatador. El objetivo, según explica uno de los brigadistas es mantenerse habituado a los equipos y a las diferentes situaciones «para no perder habilidades» y estar al cien por cien a la hora de realizar cualquier rescate.

Su Historial: Porque la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias no sólo se ha enfrentado a lo largo de su historia a accidentes en los pozos y minas, aunque durante mucho tiempo fue su principal cometido por las numerosas desgracias acaecidas en la minería. El personal que ha formado parte de este equipo durante más de un siglo ha participado en todas y cada una de las actuaciones en las que se les ha requerido colaboración, una de las últimas, en el rescate del espeleólogo fallecido en una cueva de Galdames (Bilbao) en junio de 2017. Dos años antes la Brigada fue requerida para el rescate de un minero fallecido en la mina de Cerredo, en Degaña. En enero de 2010, fue requerida para actuar conjuntamente con el cuerpo de Bomberos de Asturias en el incendio en el  túnel del Lote VII  de las obras de la variante de Pajares, y en 2007 fue necesaria su actuación ante el incendio de la cinta transportadora del lavadero de Modesta, en Langreo.

Desde su primer rescate de víctimas que fue en mayo de 1914, en la explosión de grisú en la que murieron 4 obreros de la pozo María Luisa, cuya repercusión política y social daría lugar a la conocida canción, han sido muchos otros los rescates que ha tenido que realizar la Brigada de Salvamento Minero, y no sólo en Asturias, donde uno de los más sonados fue el del accidente del pozo Nicolasa en agosto de 1995, con 17 víctimas, de las cuáles 14 resultaron fallecidas. Este equipo fue requerido en 2006 para realizar un rescate internacional, en la mina Pasta de Conchos (Coahuila, México), una tragedia que se cobró la vida de 65 mineros, y por el que se calificó a la brigada asturiana como «una de los más cualificadas del mundo».

CARMEN LIEDO

Tomado de: lavozdeasturias.es