Tragedia en “La Torre Cemica” Chacao 1986.

Caracas 16 de Enero.-

Antes de leer el presente artículo, es necesario aclarar lo siguiente: El Diccionario de la Real Academia Española define ´´tragedia« como: Situación o suceso luctuoso y lamentable que afecta a personas o sociedades humanas.

Se trata del tema principal de esta sección, en la cual, hemos abordado diversos casos históricos ligados a desastres naturales, accidentes aéreos, fluviales y otros ocurridos en lugares públicos.

Todos ellos contando con nuestro país Venezuela como escenario y registrando en algunos casos, un número de víctimas abrumador.

Si bien es cierto que no todos los casos cumplen con algunas de estas condiciones, quizás este articulo sea uno de ellos, resulta innegable que se trata de acontecimientos que sorprendieron y conmovieron a los venezolanos en algún momento y otros aún más impactantes, durante mucho tiempo.

La intensidad de estas experiencias y su gran impacto durante los años transcurridos, los convierten en hechos trascendentales, casos históricos y de aquí deriva el nombre de esta sección, “Tragedias ocurridas en Venezuela, casos históricos”.

En Radio Rescate colocaremos nuestro pequeño aporte para asegurar su estadía en la memoria de las nuevas generaciones y que continúe perdurando su recuerdo en el tiempo.

El incendio en “La Torre Cemica”.

La “Torre Cemica” es un edificio de 14 pisos, destinado al uso comercial, en cuyas oficinas funcionan una gran cantidad de firmas pertenecientes a diversas empresas. Se encuentra ubicado en el centro de la ciudad de Caracas, en el Municipio Chacao, Av. Francisco de Miranda, cruce con la Calle Elice, y como punto de referencia esta diagonal a la salida de la estación del metro de Chacao.

Hace 34 años este edificio fue objeto de un incendio de proporciones considerables y que dejó como saldo la cantidad de 15 personas fallecidas, entre ellas el jefe de la representación diplomática de Chile, el señor Carlos de Costa Nora

Con respecto a esta tragedia ocurrida en Caracas, el periodista Diógenes Morillo en un artículo publicado el 6 de Noviembre de 2019 y publicado en el portal web la Guía de Caracas, señalo lo siguiente:

“El 3 de marzo de 1986, amanecía en Caracas como cualquier otro día. Los niños al colegio, todas las personas yendo hacia sus trabajos y haciendo las diligencias respectivas que tocaban para ese día. Quienes ese día ingresaron a la Torre Cémica, jamás imaginaron el episodio de terror y llamas en el que se verían envueltos; incluido el embajador de Chile, Carlos de Costa-Nora Sepúlveda.

Todo empezó cuando un corto circuito en la planta baja del edificio de 14 pisos, desató el devastador incendio. Rápidamente las llamas empezarían a propagarse a través de toda la edificación a través de los ductos de aire acondicionado. No fue mucho el tiempo que tardó el fuego en apoderarse de todo el edificio. Fueron muchos los factores que ayudaron a que la torre fuese abrazada por el incendio tan rápidamente, no tenía sistemas contra incendios, habían tableros eléctricos de madera, entre otros.

En el último piso de la torre se encontraba la embajada de Chile. Los venezolanos pudieron constatar, a través de las cámaras de televisión, al embajador pidiendo auxilio por una de las ventanas de la oficina. Las personas empezaban a perder la calma, y así lo reflejaban las dramáticas imágenes. Algunas personas no vieron otra alternativa y saltaron al vacío buscando poner sus vidas lejos de las llamas. Otros lograron llegar a la azotea del edificio donde pedían, impacientemente, ayuda. Las autoridades desde el primer momento se pusieron en movimiento, uniéndose, así, los bomberos del distrito Sucre, hoy municipio, y los bomberos del Distrito Federal, hoy Metropolitanos de Caracas.

El movimiento no era únicamente en las adyacencias de la torre Cémica, donde los bomberos peleaban con las llamas para poder salvar la mayor cantidad de vidas. En la Base Aérea Francisco de Miranda, mejor conocida como La Carlota, también se estaban activando los pilotos de la policía con una misión muy clara: poner a salvo a las personas que estaban en la azotea del edificio pidiendo desesperado socorro.

Un helicóptero de la policía científica, que hacía un patrullaje de rutina, fue puesto en auto de la situación y decidió actuar. El piloto se colocó encima del edificio y descendió. La mala fortuna aparecería para hacer más complicado el panorama, el rotor del helicóptero impactaba con una de las antenas y se tuvo que cancelar el intento de rescate. En La Carlota ya se preparaban los escuadrones de rescate de la Policía Metropolitana. Justo cuando se preparaban para el despegue, llegaba la aeronave golpeada de la policía científica.

La desesperación se apoderaba cada vez más de quienes estaban presos y rodeados por las llamas en el edificio. De repente se escucha un sonido a lo lejos, son dos helicópteros de la Policía Metropolitana. Dos agentes de la policía saltaron a la azotea de la torre para coordinar la evacuación. Hicieron varios viajes hacia La Carlota buscando poner la mayor cantidad de personas a salvo. Al final, pusieron a más de 20 personas a salvo, les salvaron la vida. Lamentablemente, otras vidas no pudieron ser rescatadas, 15 personas. Siete de las víctimas murieron por quemaduras y asfixia cuando se hallaban en el último piso, sede de la embajada; otras seis personas resultaron carbonizadas dos pisos más abajo, y dos funcionarios chilenos murieron al saltar al vacío para escapar de las llamas.

Este evento fue uno de los más traumáticos de la época, precisamente por el dolor tan grande que dejó a todos los venezolanos el no poder salvar la vida de esas 15 personas. Lo que reconforta, si eso existe, es la experiencia que eso nos dejó como sociedad. El 5 de Octubre de 1983 se empezó a gestar en la antigua Oficina de Investigación y Protección Civil de la Alcaldía del Municipio Sucre (OIPC), la idea de establecer un método para rescate de edificios de gran altura”. –Fin del artículo-.

Con respecto a lo antes señalado por Morillo en su escrito, cabe señalar que en el año de 1989, Manuel F. Bazzani Rihgi, miembro de la organización Grupo de Rescate Venezuela y asimilado en la Fuerza Aérea Venezolana con el grado de teniente, propusiera como tesis de grado para su ascenso al grado de Capitán, la elaboración de un proyecto de operaciones para el: “Rescate aéreo en edificaciones de gran altura en la ciudad de Caracas”, el cual fue denominado “Plan de operaciones Halcón”. Este proyecto fue concluido satisfactoriamente, lo que le permitió a Bazzani ascender al grado superior inmediato de Capitán.

Otros medios Internacionales para la época, como diario el “El país”, el 5 de Marzo de 1986 y haciendo referencia al caso anterior reseño lo siguiente:

“Al menos 15 personas resultaron muertas en la madrugada de ayer en Caracas como consecuencia de un incendio en el edificio en el que se encontraba la Embajada de Chile. El jefe de la representación diplomática, Carlos de Costa Nora, fue uno de los fallecidos. Según la policía venezolana, un cortocircuito en la planta baja del edificio, de 14 pisos, provocó las llamas, que se extendieron rápidamente a los demás pisos por los conductos del aire acondicionado. La policía excluyó la posibilidad de un atentado, aunque no desmintió las informaciones referentes a la detención de varios ciudadanos chilenos. Siete de las víctimas murieron por quemaduras y asfixia cuando se hallaban en el último piso, sede de la embajada; otras seis personas resultaron carbonizadas dos pisos más abajo, y dos funcionarios chilenos murieron al saltar al vacío para escapar de las llamas. Al menos unas 200 personas se hallaban en el edificio -situado en una avenida del centro de Caracas- cuando se produjo el incendio. La policía utilizó dos helicópteros para rescatar a varias personas que quedaron atrapadas por las llamas. La parte superior del edificio quedó destruida. En las fotografías, uno de los helicópteros se aproxima al edificio en llamas y logra rescatar a dos personas refugiadas en el tejado.” –Fin del artículo-.

Algunas notas de prensa de la epoca:

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