Tragedia del Valle del Rio Mocotíes. Febrero del 2005.

Caracas 15 de Febrero.-

El Valle del Mocotíes o Zona del Valle del Mocotíes, es una subregión político-administrativa del estado Mérida, localizada al occidente de la capital del estado y en el suroeste del mismo. Está  delimitada al norte por los ríos Escalante, Guaruríes y Culegrías, al sur con los ríos Guaraque y Río Negro, por el este con el Río Chama y al oeste con el río Uribante.​

La zona del Mocotíes ha sido una región importante para el desarrollo agro-turístico del estado Mérida, esto gracias a su extensa geografía comprendida por sus verdes y hermosas montañas, sus formaciones rocosas, sus cascadas, ríos y lagunas, así como también sus páramos, siendo el Parque Nacional General Juan Pablo Peñaloza (Páramo El Batallón y Páramo de La Negra) su máxima expresión.

Además de estos regalos de la naturaleza, estas tierras poseen una cultura muy amplia, en donde se funde lo clásico con lo contemporáneo, siendo prueba de esto su arquitectura, su arte plástico y su folklore .

Las poblaciones de Santa Cruz de Mora, Mesa Bolívar y Mesa de Las Palmas del Municipio Antonio Pinto Salinas, las poblaciones de Bailadores y La Playa del Municipio Rivas Dávila, La Ciudad de Tovar y las poblaciones de San Francisco, El Amparo y El Peñón del Municipio Tovar, las poblaciones de Zea y Caño El Tigre del Municipio Zea y la población de Guaraque del Municipio Guaraque, son el ejemplo de una región llena de Idiosincrasia, cultura, progreso, trabajo y respeto por sus raíces étnicas.

A principios del año 2005, hace ya 15 años, esta bella región andina fue afectada por un fenómeno meteorológico denominado vaguada. Cabe recordar que, una vaguada es un ascenso de masas de aire cálido y húmedo, de forma alargada y una baja presión atmosférica, que se ubica entre dos áreas de mayor presión, formadas por masas de aire más frio y que da origen a formaciones de nubes de gran desarrollo vertical, generando lluvias continuas y muy intensas.

Haciendo referencia a lo anteriormente señalado, Silver Eliezer Gutiérrez, escribe un artículo en el cual señala lo siguiente:

“Lo ocurrido el 11 de Febrero del 2005 en Santa Cruz de Mora, obedece fundamentalmente a 3 causas: una de orden natural, la segunda afirmaríamos inequívocamente a un elemento cultural disparador de ciertos desequilibrios y en tercer lugar la no menos importante un factor político – administrativo que ha jugado y jugara un papel determinante en los efectos y causas de desastres ambientales que ocurren periódicamente en un territorio determinado. Para comprender este punto es necesario hacer mención sobre el movimiento de las masas de aire y los vientos alisios predominantes, que hacen que en la totalidad de Venezuela haya un periodo lluvioso desde Abril hasta Octubre y un periodo de sequía desde Noviembre hasta Marzo, no obstante esta estacionalidad de lluvia tiene modificaciones en algunas partes de los Andes por efecto de la Altitud. Esta región constituye un sistema de alta vulnerabilidad geoambiental, donde la naturaleza ha demostrado su implacable fuerza con resultados verdaderamente impredecibles. El Valle del Mocoties no escapa a la situación general, donde los cursos naturales de agua en las cuencas, representan la principal fuente de abastecimiento para consumo humano, industrial y agrícola. La hidrología juega un rol preponderante cuando se analiza el comportamiento de los recursos hídricos y los daños que estos ocasionan sobre poblaciones enteras.

La combinación de los diversos factores que generan el fenómeno del recalentamiento global, entre los que podemos citar: los continuos incendios en USA, Europa y Asia, que han convertido en cenizas millones de hectáreas cubiertas de bosques, pueblos del África que se han quedado sin agua debido a la desertización progresiva; la disminución del caudal de muchos ríos y desaparición de otros, las emisiones de CO2 y otros gases que han ocasionado el llamado “Efecto invernadero” aunado a factores geomorfológicos a considerar como el corredor de la falla de Bocono que generan amplias zonas tectónicas y la deformación del relieve con topografías evidentemente muy accidentadas. Si delimitáramos y ubicamos la cuenca nos encontraríamos con un área que alcanza los 500 Km2. El rio Mocoties tiene su origen de la unión de la quebrada las tapias y el rio Zarzales en el páramo de Viriguaca en el Municipio Ribas Dávila en el Estado Mérida, posee un recorrido entre 75 a 80 Km y un desnivel desde su nacimiento (3.400 m.s.n.m) hasta la desembocadura en el sector Estanques a unos (320 m.s.n.m). El Mocoties constituye el afluente más importante del sistema fluvial del rio Chama. Sería importante acotar que en el Valle del Mocoties hay 2 comportamientos diferentes, tanto del rio como principal afluente, como sus quebradas laterales conocidas como torrentes, que se caracterizan más por el aporte de sedimento y por la alta peligrosidad que le infringen, produciendo movimientos de gran material sólido, deslizamientos y derrumbes que obstruyen el paso, provocando grandes tapizas de diques naturales y finalmente el desbordamiento del rio, empeorando más la situación de calamidad.

Los climatólogos hablan de una convergencia Intertropical conformada por una masa de aire  caliente cargada de humedad proveniente del océano atlántico que tiene contacto con vientos alisios que provienen de la zona sur del ecuador, lo que generó una gran depresión y fuertes lluvias al norte del Brasil y en las cercanías de la cordillera Andina, provocando “ lluvias anómalas y extremas” durante varios días, lo cual incidió directamente en la cuenca del rio Mocoties desplazando la tormenta hacia esa zona originando el evento natural que conocemos como la Vaguada del Mocoties. A este factor  se le suma el elemento cultural y/o educativo que como reflexión quiero dejar a mis coterráneos. Si nos referimos al gigantesco desastre que en líneas generales produjo la vaguada en su momento, diríamos que resulta imponderable, dado el impacto social que causo afectando seriamente varios sectores de la Sultana del Mocoties. Jamás se supo a ciencia cierta cuál fue la precipitación real durante esos días, producto de que no se dispone de datos  Pluviométricos; no se elaboraron ni previa ni posteriormente los mapas de gestión de riesgo ni de desastres, lo que a todas luces contribuye a reducir los efectos de este tipo de eventos; las medidas de contingencias fueron deficientes o casi nulas. Consideramos que el enfoque más adecuado para enfrentar la problemática del Valle del Mocoties, es por medio de la disciplina del manejo de su cuenca, con visión de desarrollo sustentable y con la participación entusiasta de sus habitantes; como necesario es levantar un plano cartográfico de la zona afectada que nos permita construir y tener a disposición los sistemas de información que hagan falta y tratar de sacar la mayor experiencia posible del evento ocurrido; hay que diseñar un estudio de vulnerabilidad social y otra física en la que podamos jerarquizar por niveles de riesgos la zona que vayamos a estudiar.

Y finalmente la adecuada ordenación del territorio como estrategia de prevención de riesgos ambientales es necesaria, cuyo conocimiento en profundidad entenderemos que la ordenación es la herramienta dentro de las políticas públicas del Estado para lograr objetivos precisos y el desarrollo integral, concibiendo el territorio como una totalidad o parte sustantiva del espacio geográfico nacional, estatal y municipal.

Quiero dejar para ustedes mis queridos lectores las cifras (aproximadas) que suministraron en su momento los Entes oficiales que tuvieron la responsabilidad de atender y manejar todo lo relacionado al evento natural denominado la Vaguada.

3.914 personas evacuadas

2.265 personas refugiadas en casa de familiares y amigos

3.170 personas damnificadas

63  personas desaparecidas (algunas de ellas aparecieron posteriormente)

34 personas fallecidas e identificadas

7 personas fallecidas No identificadas

536 viviendas afectadas parcial o totalmente, siendo el sector el Aserradero, Puerto Rico, Romero, Tabacal y Carmania los más perjudicados en Santa Cruz de Mora”. -Fin del artículo.-

Silver Eliezer Gutierrez.   Aporrea

Por su parte Leonardo León, describe lo acontecido durante aquel fin de semana en su artículo, señalando lo siguiente:

“La noche del viernes 11 de febrero de 2005, cuando Venezuela se disponía a iniciar su descanso de fin de semana la naturaleza impuso su fuerza en las poblaciones de Bailadores, Tovar, Santa Cruz de Mora y aldeas vecinas del estado Mérida, causando la tragedia natural más grande que se ha registrado en los últimos 50 años en esta zona andina, dejando un número muy alto de muertos y varios desaparecidos, miles de heridos y damnificados. La tragedia del Valle del Mocoties o simplemente como la hacen llamar tragedia de Mocoties dejo un sin número de huellas y destrozos de una vaguada que los especialistas clasificaron como uno de los grandes deslizamientos de tierra que se suscitaron en febrero del año 2005 en la zona andina y en menor medida en otras zonas que tuvieron repercusión, en el estado Zulia específicamente en Santa Bárbara y San Carlos del Zulia. En Mérida y el Valle de Mocoties solo a tres días de finalizadas las lluviosas Ferias de Sol se registraron los efectos más intensos de las fuertes y prolongadas lluvias que tuvieron lugar en Tovar y Santa Cruz de Mora que arrasaron con violencia centenares de casas, y destruyeron parte de estas ciudades, devorando por completo aldeas rurales. Fue una noche interminable, el ruido del río Mocoties y más de un centenar de fuentes de agua mostraron su fuerza indetenible cargando también decenas de autobuses, vehículos de carga y particulares que se convirtieron en testimonio de lo que había pasado por causa de esos caudales. Fue una situación a la que se llegó con gran dificultad para realizar la cobertura periodística, las vías totalmente bloqueadas y otras desaparecidas, los servicios: eléctricos, de agua potable y electricidad colapsados, eran poblaciones aturdidas por el silencio de la tragedia. A once años de la tragedia –hoy al momento de publicar este trabajo, hace 15 años- reconocemos y admiramos la certidumbre de la gente buena de Tovar, Santa Cruz de Mora, y sus aldeas que mostraron sus ganas de levantarse convirtiéndose en una fuerza humana que los unió para salir adelante sin dejarse quitar su sonrisa, donde las lágrimas y el dolor les permitió abonar la tierra que en las próximas décadas alcanzarán cumbres importantes. Nuestro abrazo a quienes perdieron sus seres más queridos, a quienes quedaron desnudos como los primeros minutos de cualquier ser humano y que han sabido luchar sin descanso para volver a tener el abrigo de la vida y así seguir viviendo con alegría”. -fin del artículo.-

Leonardo León.  Infocentro  Casa de  Ciencias Tovar.

El presente artículo, así como todos los que conforman esta sección “Tragedias Ocurridas en Venezuela. Casos Históricos”, están sujetos a reedición. Si alguna persona posee información testimonial, escrita, fotográfica, audiovisual y considera que debería ser incluida y compartida, puede contactarnos.

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