Tragedia de Cagua. Edo. Aragua. Enero 2020.
Caracas 03 de Junio.-
Antecedente histórico.
Desde hace décadas a principios de cada año, durante el mes de Enero, los cañicultores del estado Aragua –Venezuela- se prepararan para dar comienzo a la cosecha de la caña de azúcar, denominada comúnmente como Zafra. Antes de la recolección de la cosecha, los agricultores queman los terrenos con la finalidad de eliminar parte del monte –gamelotes- y desperdicios que rodean a las plantas de caña, esto con la finalidad de llevar los troncos de la misma lo más limpios posible hasta el central azucarero y facilitar así su procesamiento. Esta práctica de la quema antes de prepararse para la zafra es “perfectamente” normal y se viene realizando desde los últimos 60 años.
Práctica habitual.
Estas quemas deben ser programadas, supervisadas y controladas por los dueños de las fincas o de las empresas propietarias de los cañaverales. De haber zonas residenciales en las cercanías, de los sembradíos, estos deberán informar a los pobladores que realizarán el proceso de quema, para que los mismos tomen las precauciones pertinentes a este tipo de evento y estar prevenidos ante cualquier situación que pueda amenazar a los caseríos y que ponga en riesgo sus vidas.
En algunos lugares los productores colocan carteles en las calles, para notificar a los pobladores que habrá una quema y así evitar que le gante se meta para los campos.
La quema de cañaverales es una práctica común en Venezuela, a pesar de ser muy riesgosa y altamente contaminante por la cantidad de humo y gases tóxicos que emanan de esos incendios. Desde hace mucho tiempo los habitantes del Estado de Aragua y algunas ONG ambientalistas, han venido denunciado la crisis sanitaria y las afecciones respiratorias, que ha generado la quema y los incendios de estas plantaciones.
En torno a esta actividad agrícola, también se han generado ciertas “Tradiciones”; una de ellas la ponen en práctica los pobladores de las zonas, al introducirse en los cañaverales una vez iniciados los incendios, esto con la finalidad de cazar a los animales silvestres, conejos, lapas, iguanas y serpientes que salen de sus madrigueras huyendo de los incendios.
La Tragedia.
La tarde del 23 de enero del 2020, la empresa azucarera El Palmar, la cual cuenta además con un central azucarero en San Mateo, dio inicio al proceso de incendiado de unos cultivos de caña de su propiedad, los cuales están ubicados cerca del callejón Cedeño de La Carpiera, sector La Democracia, en la ciudad de Cagua, Estado de Aragua, 105 kilómetros al sur-oeste de Caracas.
Como es costumbre y además una “Tradición”, un grupo de 11 adolescentes con edades comprendidas entre los 10 y 18 años, ingresaron a la plantación para jugar y también con la finalidad de darles caza a los animales que salían huyendo de las llamas.
Aproximadamente a las 4:00 de la tarde, el fuego comenzó a crecer, el humo se extendió y unos gritos inundaron el ambiente. Ocurrió lo impensable, la velocidad y la dirección del viento cambio bruscamente y rodeo a los jóvenes, los cuales quedaron atrapados en medio de las llamaradas.
Los padres, familiares y habitantes del sector comenzaron a hacer lo imposible por intentar ingresar, pero ya era demasiado tarde, los jóvenes en medio de la desesperación se adentraron más en los matorrales y quedaron completamente atrapados. Para el momento en el que lograron encontrarlos y acercarse a ellos, la mayoría había fallecido. Solo dos jóvenes quedaron heridos y fueron llevados hasta el Hospital Central, pero solo uno sobrevivió.
De acuerdo con el reporte policial, los fallecidos tenían entre 10 y 18 años. Los morochos Otniel Rangel y José Rangel de 18 años de edad; Yonnaiker González (15); Erickson Plaza (14); Renny Carrasquel (15); Danyer Marcano (13); Jackson Rivas (13); Josué Salazar (12); y Junior Figueroa de 10 años.
Los dos niños heridos quienes respondían al nombre de José Gregorio Carrasquel de 12 años de edad y Kelvin Rodríguez (12), fueron trasladados al Hospital Central de Maracay (HCM), sin embargo se pudo conocer que uno de ellos perdió la batalla y falleció.
Algunas declaraciones a la prensa.
El Fiscal General de La República bolivariana de Venezuela, Tarek William Saab, informó que se designaron 4 fiscales para investigar el caso, aunque no adelantó juicio sobre el asunto, señalando que esta caza de animales en medio de los incendios es una práctica común que se hace desde 30 años y que la quema se hizo de manera controlada. No es sin embargo la misma certeza que tienen los habitantes del sector afectado.
Policías y fiscales acudieron este jueves a la zona para realizar un peritaje. “Los muchachos se encontraban de cacería en el lugar. Al parecer había una quema del cañaveral, no sabemos si espontánea o controlada”, dijo Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Según José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), aseguró que la caña que se quemó en el cañaveral El Lago, se incendió antes de tiempo, puesto que no estaban maduras. “No fue una quema programada para la zafra”, comentó.
Por otra parte Julio Celis, familiar de una de las víctimas, destacó que esas quemas deben realizarse en la noche, cuando las temperaturas son más bajas y existe menos riesgo para quienes viven en la zona. Además, hay que tener un cortafuego para controlar mejor las llamas.
Indicó que no es la primera vez que dueños de cañaverales de Cagua comienzan el fuego de día y sin tomar previsiones.
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