Retro-Reseña: La Hora Cero
La hora cero es una película estrenada el 8 de octubre de 2010 y dirigida por Diego Velasco. Para muchos, se trató de la cinta iniciadora de una nueva era para la cinematografía nacional, ya que, a pesar de tener una historia compuesta por temas muy frecuentes tales como la lucha de clases y el hampa, estos tópicos fueron desarrollados en un contexto poco común.
La fórmula utilizada en esta película evoca, de manera curiosa y atrayente, la de muchos largometrajes norte americanos. Contando, en primer lugar, con un anti héroe cuya historia de fondo despierta interés inmediato. Este sería alias La Parca (Zapata 666) un sicario de sangre y expresión frías cuya principal misión en este libreto no es la de asesinar a su objetivo, sino, de salvarle la vida justo después de casi asesinarlo. Esta persona resulta ser Ladydi (Amanda Key) una buena amiga de la infancia con la que había perdido contacto hace mucho tiempo y que además, está embarazada. Hasta ahora, podemos notar que la historia parte de una base potente cuya situación dramática no permite pensar en muchas alternativas para salir bien parado. A poco tiempo de iniciar, el panorama es color de hormiga.
Con el corazón arrepentido y la cabeza llena de dulces recuerdos de la niñez, Parca decide arriesgarlo todo y acudir a un ambulatorio con la esperanza de salvar a Ladydi, sin embargo, ocurre un imprevisto poco conveniente: este no está en condiciones para operar. Por lo que Parca no tiene otra opción más que secuestrar la clínica privada José Gregorio Hernández, con ayuda de sus allegados anti sociales. Para este punto, nos damos cuenta de que la suma de todos estos elementos da como resultado un largometraje ambicioso. En caso de que el lector aun no haya entendido el porqué, la explicación es la siguiente: La idea principal es la de una banda de criminales que toman posesión de una estructura privada con gran cantidad de rehenes (muchos necesitados de atención médica) corriendo el riesgo de enfrentarse a cuerpos policiales y gran atención mediática. Todo esto en función de salvar de la muerte a un ser humano (mas adelante, a varios) Esta idea central tiene el potencial para ofrecernos intriga, drama muy realista e intenso y una buena cantidad de frenéticas escenas de acción. Y todo esto puede ser percibido en la cinta gracias a la eficaz dirección de Velasco y la labor de todo el equipo de producción.
Zapata 666, quien fue un artista de hip hop en sus inicios y que ahora es protagonista de varios largometrajes nacionales, se siente natural al interpretar a un hombre rudo de palabras secas, dispuesto a asumir grandes riesgos. Esta es su mejor interpretación, en una opinión personal. También destaca Laureano Olivares como alias El Buitre, un sujeto mucho más impulsivo y obstinado que Parca. Su presencia permite la aparición de muchos conflictos internos en el grupo protagónico y mayor tensión para el argumento. El propio personaje, también resulta ser una vía más rápida hacia el desenlace de la historia, debido a que tiene sus propios métodos para alcanzar sus intereses, los cuales difieren de los de su compañero Parca. Otra buena interpretación es la de Marisa Román en el papel de Verónica Rojas, una joven periodista que busca cubrir la noticia del año y ve el secuestro a la clínica como la oportunidad perfecta para eso. Por último está Alejandro Furth como el comisario Peña. Un policía veterano que ya está cansado y malhumorado cuando apenas entra en escena pero con la cabeza lo bastante fría para manejar la situación.
A pesar de su argumento rocambolesco, natural en el cine de acción, la película está basada en hechos reales. Utiliza la huelga de paro médico del 28 de diciembre de 1996 en Caracas, como contexto histórico para desarrollar su trama principal. En conexión con eso, puede vislumbrarse una crítica social a lo largo del filme, dirigida hacia las personas más interesadas en su propio beneficio y no verdaderamente conscientes de la situación precaria del colectivo. En última estancia, una lección final que puede aprenderse de La hora cero es la siguiente: Muchos tenemos las herramientas para ayudar a la sociedad, pocos tomamos la iniciativa de hacerlo. Pero aun si toda tu vida buscaste tu propio beneficio, nunca es tarde para redimirte y hacer un cambio. No obstante, la violencia ciega, en especial contra el inocente, jamás debe ser el camino a seguir. Esta cinta comete el error de descuidar este principio, de cierta manera. El motivo de esta falla probablemente se debe a la corta duración en la que se pretende desplegar los hechos, cosa que a veces obliga a apresurar el desarrollo del discurso en varias películas.
Más allá de todo esto, La hora cero fue un largometraje que en su momento, rompió con la formula convencional del cine venezolano que en buena parte de sus producciones, solo se enfocaba en retratar realidades en varios ámbitos del día a día. Se atrevió a desarrollar una historia llamativa y emocionante mientras proyectaba dicho retrato. Aunque su concepto no sea realmente algo espectacular y muchos de sus aspectos lleguen a ser predecibles, podríamos decir que fue una de las primeras cintas que contribuyó a que el cine venezolano diese un paso hacia adelante y con ello, llegasen muchas obras más, con la intención de demostrar que una evolución se había producido.
Nota personal: 3.9/5
Raúl Briceño